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- El amor al necesitado, el querer ayudar al prójimo, demostrar que existen muchas personas de gran corazón para nuestros compatriotas es algo muy importante para la familia Badulak, así lo señalan el Dr. Andrew y Stephanie, una pareja de estadounidenses residentes en Pensilvania, Estados Unidos y que desde hace 15 años han viajado a El Salvador.
Con una amistad con personeros de Comandos de Salvamento, la familia Badulak, Andrew, Stephanie y sus hijos Alexander y Julia, viajaron al El Salvador con la intensión de traer un poco de ayuda para las personas más necesitadas. Sin embargo, ellos vieron la que las necesidades eran grandes e iniciaron un llamado en su comunidad para poder conseguir más donaciones.
Así la familia Badulak logra fundar Doctores de las Américas, a quienes se les unieron estudiantes de medicina, médicos especialistas y optometristas para poder atender una serie de consultas en El Salvador.
Ahora en día la misión que llegó hace 15 años atrás, se compone de más de 30 profesionales en la salud, hombres y mujeres que desde su llegada ponen a su disposición sus conocimientos y ese gran amor para poder atender las consultas de cientos de pacientes que buscan la solución a sus dolencias.
Así también, el equipo de optómetras hace la entrega de lentes a pacientes de una forma gratuita, en las distintas jornadas que se realizan en el país.
Stephanie Badulak, una de las líderes de los Doctores de las Américas afirma que dejará de traer ayuda al país hasta que deje de existir, pero el legado será pasado a sus hijos, Alexander quien ahora ya es un médico y su hija Julia. Además para la familia Badulak, existen persona que tienen ese gran corazón y llama sus hijas a las doctoras Michelle Chan y Usaima Sidiqi, quienes siempre han sido parte de las misiones a El Salvador.
“Hemos enseñado a nuestros hijos que el ayudar a los necesitados es algo muy importe, dar amor, es algo que hemos demostrado a ellos, creo que no hay mejor regalo que ellos continúen con esta gran obra que tenemos con los Comandos de Salvamento”, afirma Stephanie mientras su esposo el Dr. Badulak afirma que está enamorado de las pupusas.
