Contar con el espíritu de una gran mujer dentro de las filas de los Comandos de Salvamento de El Salvador, fue algo importante, pues Ana Campos, brindó sus mejores años al servicio del prójimo, siempre apoyando las actividades y jornadas médicas en los distintos rincones del país.
Esposa de nuestro Director Ejecutivo, Roberto Cruz, madre y abuela con un gran corazón.
Una mujer que con ese gran carisma que le caracterizaba ya que, siempre estaba lista para poder ayudar cuando era época de emergencia, brindado su colaboración para poder realizar los alimentos de todos los voluntarios que estaban atendiendo las zonas afectadas, cuando terremotos o desastres causados por las lluvias.
Ana como le llamábamos los Comandos era conocida por ser parte de la vida de muchos de los que llegamos en la etapa de la juventud, nos vio crecer, nos aconsejaba, nos orientaba cuando cometíamos errores, era alguien especial.
Mujer dedicada a las obras de Dios, pues, pertenecía al Tabernáculo Bíblico Bautista “Amigos de Israel”, donde servicio y le encantaba ir a evangelizar junto a su hija Marielos, siempre estaban listas para acompañar los ministerios de evangelización.
Ahora, nos deja, se nos adelantó a la morada celestial, vivirá al lado del Señor, pues tenía ganado su espacio en las bellas mansiones y caminará por las calles de oro… Hasta siempre Ana Campos.